¿Cómo la IA puede aportar al desarrollo equitativo en América Latina y cuáles son las oportunidades y riesgos a tener en cuenta? 

En esta nota consultamos a 3 personas que desde distintos campos trabajan el tema para explorar posibles respuestas: Ana Vásquez de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación de Uruguay (ANII), Dra. Lorena Etcheverry, Profesora Adjunta del Instituto de Computación de la Universidad de la República y Gloria Guerrero, Directora Ejecutiva de ILDA.

 

¿Qué desafíos y oportunidades representa el uso de IA en América Latina en áreas de desarrollo? 

 

Lorena Etcheverry: La IA en América Latina tiene el potencial de impulsar el desarrollo en varias áreas clave, pero su implementación debe abordar desafíos como la equidad, la pérdida de empleos y el impacto ambiental. Un enfoque equilibrado que promueva la educación, la colaboración entre sectores y la ética en la IA puede maximizar las oportunidades y minimizar los riesgos.

Por ejemplo, en el área de desarrollo social, la IA puede desempeñar un papel crucial en la mejora de los servicios públicos, como la atención médica y la educación, a través de la personalización y la optimización de los procesos. No obstante, debemos atender a ciertos desafíos, dado que la aplicación de soluciones basadas en IA puede aumentar las brechas sociales y económicas si no se implementa de manera equitativa, ya que puede haber una falta de acceso igualitario a las tecnologías avanzadas en comunidades marginadas.

 

Gloria Guerrero: La IA tiene el potencial de automatizar procesos, análisis y decisiones; mejorando y agilizando sistemas. Desde iniciativas como EmpatIA hemos generado evidencia del uso de algoritmos para crear soluciones a desafíos públicos en temas como protección al medio ambiente, fomento a la transparencia, acceso a la salud, entre otros.

A lo largo de la región también hemos visto desarrollos de distintas escalas de proyectos, desde pequeñas empresas, cooperativas, y organizaciones de sociedad civil que han desarrollado herramientas de IA para generar cambios y mejoras en distintos procesos.

Sin embargo, un factor fundamental para que se cumpla y aproveche el potencial del uso de IA vinculado a fomentar el desarrollo en la región, es contar con buenos datos e infraestructuras de datos. Hay que tener en cuenta que la región tiene distintos grados en materia de desarrollo y no todos los países enfrentan los mismos retos, aunado a esto, sin datos de buena calidad, que sean representativos y relevantes para los sectores que se busca optimizar, es imposible llevar a cabo un buen proyecto de IA. Las desigualdades técnicas pueden reforzar las desigualdades sociales si no ponemos atención a todo el proceso. Adicionalmente no se puede dejar de lado la necesidad y urgencia de incorporar un enfoque de uso ético y alineado a los derechos humanos en el desarrollo de estas tecnologías.

 

¿Cómo garantizar que las oportunidades de desarrollo que promete la IA, sean accesibles para todas las comunidades? ¿Cómo garantizar que nadie quede fuera de las posibilidades de crecimiento y desarrollo que estos cambios tecnológicos presentan?

 

Ana Vasquez: Lo que vemos desde la perspectiva del financiamiento de la investigación en IA, es que en el ámbito de la Inteligencia Artificial, muchos países de la región de Latinoamérica y Caribe tienen sus propios programas de apoyo a su desarrollo, fundamentalmente desde el punto de vista académico y en algunos casos en aplicaciones a sectores específicos. Las comunidades científicas y académicas en torno al tema son aún pequeñas comparadas con las comunidades de otras disciplinas y en algunos casos no han alcanzado aún la transversalidad deseada y esperable,  por el impacto que tendrá la Inteligencia Artificial en casi todas las áreas. Considerando el rol que la Inteligencia Artificial tiene reservado en las estrategias de desarrollo de todos los países, es imprescindible aumentar y fortalecer las capacidades existentes e incrementar la masa crítica disponible a través de la cooperación regional.

Aún reconociendo a la IA como un impulsor del desarrollo, es importante realizar un abordaje amplio e integral entre países y disciplinas a fin de superar la desigualdad estructural que existe en la región. Este es el punto de partida de la iniciativa liderada por ANII y financiada por IDRC para fortalecer la cooperación entre agencias financiadoras de ciencia de Latinoamérica y Caribe y realizar convocatorias en conjunto en temáticas clave para la región, con grupos de investigación de distintos países integrados en cada proyecto.

 

Lorena Etcheverry: Este es quizás el desafío más grande para nuestra región, debido a los enormes niveles de desigualdad existentes. Estas desigualdades históricas y brechas en el acceso a oportunidades se amplían más y más con el paso de los años, en lugar de reducirse. El riesgo de que la IA amplíe estas desigualdades es altísimo.

Algunas acciones que se podrían realizar para reducir estos riesgos son las siguientes: formación y Alfabetización Digital, acceso a Recursos Educativos, subvenciones y Financiamiento, inversión en Infraestructura Tecnológica y disponibilizar datos, alianzas Público-Privadas, enfoque en Problemas Locales, promoción de la Diversidad en la Tecnología.

 

¿Qué necesitamos a nivel de gobernanza en América Latina para implementar sistemas de IA que apoyen y fomenten  el desarrollo de todas, todos y todes?

 

Lorena Etcheverry: En el ámbito de la gobernanza en América Latina, se vuelve esencial articular enfoques y medidas clave para garantizar que los sistemas de Inteligencia Artificial (IA) no solo respalden, sino también impulsen un desarrollo inclusivo y equitativo. En este sentido, el establecimiento de un marco regulatorio claro y adaptable se convierte en un pilar fundamental. Dicho marco debe abordar las cuestiones éticas, legales y técnicas, lo cual abarca desde establecer normativas para la recopilación de datos hasta garantizar la privacidad, responsabilidad y transparencia en los sistemas de IA, sin descuidar las particularidades de nuestra región (Muñoz Gutiérrez 2021, https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0719-25842021000100271 )

Para asegurar una implementación efectiva, la creación de agencias o comités especializados en IA emerge como una necesidad imperante. Estas instancias serían responsables de supervisar y regular el desarrollo y uso de la IA en la región, congregando a expertos en tecnología y ética, así como en otras áreas pertinentes, con el propósito de gestar políticas sólidas. Otro paso esencial radica en el diseño de estrategias nacionales de IA que enfrenten los desafíos y abracen las oportunidades específicas de la región. Estas estrategias, alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, deberían poner la inclusión en primer plano.

 

Gloria Guerrero: En materia de gobernanza es fundamental el fortalecimiento de las capacidades en el sector público, tanto en materia de ética y derechos humanos aplicado al uso de estas tecnologías, así como, las habilidades necesarias para crear políticas públicas que regulen e insten a un desarrollo y uso responsable.

En materia regulatoria necesitamos normativas que aseguren un enfoque de derechos humanos e inclusión en el diseño e implementación de estos proyectos. Además, es necesario implementar medidas para fijar la responsabilidad de las empresas trasnacionales que proveen los servicios de herramientas de IA. También se requiere regular los procesos de contratación por parte del sector público de las empresas que desarrollan o proveen software, especialmente en áreas como seguridad o salud.

Es importante que los algoritmos sean auditables y se abran instancias de colaboración y revisión para que la ciudadanía, y especialmente las comunidades que pueden estar en riesgo ante potenciales sesgos, participen. Los datos abiertos son parte de esta discusión también.  Asimismo, debemos desarrollar mecanismos y capacitaciones para que las personas puedan dimensionar el impacto y usos de las tecnologías que influyen en su vida diaria. En este sentido, la transparencia algorítmica permite la rendición de cuentas y previene posibles daños a la población, fomentando la confianza de la sociedad en el uso de IA para los servicios públicos.