En un mundo cada vez más digitalizado, la inclusión de una perspectiva de género en las políticas de transparencia y la disponibilidad de datos abiertos se vuelven cada vez más cruciales. Tener datos abiertos y desagregados por género es importante para abordar las desigualdades y sesgos en la toma de decisiones a nivel global y regional y la enorme inequidad que viven las mujeres en América Latina.

La transparencia de los datos es esencial para la participación ciudadana y la toma de decisiones informadas. Incluir datos de género en la gobernanza de datos es crucial para reflejar las realidades de las mujeres.

En América Latina, la región enfrenta desafíos en la disponibilidad y uso de datos abiertos desagregados por género. La falta de estandarización de los datos de género, la necesidad de información especializada y desagregada, y la insuficiente inversión en políticas y proyectos que promuevan la interoperabilidad y generación de datos abiertos son obstáculos clave a superar. La falta de estandarización en los datos de género dificulta la medición de su disponibilidad en América Latina. Por lo tanto, es vital establecer acuerdos comunes para identificar y utilizar datos de género relevantes.

Las mujeres y las organizaciones feministas pueden desempeñar un papel fundamental en la gobernanza de datos, contribuyendo a la generación de datos desagregados, abogando por políticas inclusivas, participando en espacios de toma de decisiones, promoviendo la alfabetización de datos y monitoreando el uso de los datos para garantizar el respeto de los derechos de privacidad y seguridad.

Las mujeres y las organizaciones feministas pueden participar en la gobernanza de datos de diversas formas, incluyendo:

  1. Generación de datos: Contribuir a la generación de datos desagregados por género que reflejen las realidades y necesidades de las mujeres.
  2. Promoción: Abogar por políticas y regulaciones que promuevan la transparencia, los datos abiertos y la inclusión de enfoques de género en la toma de decisiones.
  3. Participación en espacios de toma de decisiones: Participar en organismos de gobernanza de datos a nivel local, nacional e internacional para asegurar que se tengan en cuenta las voces y necesidades de las mujeres.
  4. Capacitación y concienciación: Promover la alfabetización en datos entre las mujeres y las organizaciones feministas para que puedan comprender y utilizar la información de manera efectiva.
  5. Monitoreo y seguimiento: Vigilar el uso de los datos y garantizar que se respeten los derechos de privacidad y seguridad de la información, especialmente en áreas sensibles como los derechos sexuales y reproductivos.

Se pueden observar avances alentadores en la región, con países como Colombia y Chile implementando políticas exteriores feministas que priorizan acuerdos y compromisos internacionales en materia de género, invirtiendo en procesos de seguimiento y generación de datos especializados. Además, Costa Rica se ha destacado en el tema de datos y transparencia, especialmente a través de su Poder Judicial y la Comisión Nacional de Acceso a la Justicia que han impulsado proyectos con perspectiva de género.

En este contexto, es crucial seguir construyendo alianzas estratégicas y comunidades de práctica que impulsen modelos de gobernanza de datos e inteligencia artificial con enfoque de género. La generación de datos desagregados y estandarizados con perspectiva de género permitirá tomar decisiones más equitativas y basadas en evidencia, teniendo un impacto positivo en la vida de las mujeres y en la promoción de la igualdad de género en la región.

En resumen, la inclusión de una perspectiva de género en las políticas de datos abiertos es un paso crucial hacia la equidad y la transparencia en la gestión de la información. A través de la participación activa de las mujeres y las organizaciones feministas en la gobernanza de datos, se puede lograr un uso más efectivo y ético de la información, contribuyendo a la construcción de sociedades justas e inclusivas.