Por Fabrizio Scrollini y Javiera Atenas
Luego de que ILDA colaborara con sociedad civil y gobierno de Costa Rica -en alianza con la Organización de Estados Americanos- en la generación de una política de datos abiertos, la pregunta obvia era cómo seguir. Costa Rica ha desarrollado experiencias piloto con el uso de datos y cuenta con una comunidad de emprendedores y sociedad civil activa. Sin embargo, las capacidades para avanzar a nivel de abrir datos y generar procesos que añadan valor público a nivel de todo el Estado, es aún una tarea pendiente. En este contexto, ¿qué capacidades necesita el servicio civil en Costa Rica para avanzar esta agenda? y ¿cómo deberíamos impulsar este tema dentro de la administración?
Junto al Banco Interamericano de Desarrollo, el Gobierno de Costa Rica, Escuela de Datos y con el importante apoyo de la Fundación Avina y del Programa de Libertad de Expresión, Derecho a la Información y Opinión Pública [PROLEDI] de la Universidad de Costa Rica, decidimos avanzar en un proceso gradual de construcción de capacidades en el servicio civil de Costa Rica, diseñando una metodología que cumpliera tres aspectos: entender las capacidades existentes entre el funcionariado público y promover una base común,fomentar el trabajo multidisciplinario dentro de la administración pública ayudan a romper los silos que impiden la colaboración y publicación y fomentar – a través de transferencia de capacidades y participación de la ciudadanía, metodologías para co-crear y co-producir servicios basados en datos abiertos.
Nuestra metodología de trabajo es sencilla más de 150 personas han comenzado un curso de formación en temas relacionados con Gobierno y Estado Abierto y Datos Abiertos , innovación y cocreación. Este curso y sus contenidos han sido desarrollados por un grupo de expertos latinoamericanos en el área y el diseño curricular del curso incluye que quienes participan sean guiados por un grupo de tutores, los cuales son a su vez también expertos en las materias a tratar.
Como resultado del curso, esperamos que los funcionarios y las funcionarias públicas que han participado en este proyecto, hayan desarrollado las capacidades para promover la política de Datos Abiertos y el acceso a la información pública en Costa Rica. Y desde el mes de febrero, junto con la Escuela de Datos estableceremos un programa que permita, en función del trabajo de estas personas y las prioridades fijadas con nuestros socios, trabajar con fellows en proyectos específicos para dar vida a resultados tangibles del curso. El curso quedará abierto luego de este piloto, y podrá ser administrado por la propia Universidad para seguir creando capacidades. El camino para la construcción efectiva de capacidades es aún incierto en ésta área, y en los próximos meses estaremos reportando más sobre el mismo