Por Fernando Legrand: Coordinador Regional, CapacitaRSE
Uno de los grandes ejes de trabajo de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad corporativa en el ámbito Comunidad suele estar dado por la intervención en terreno a través del empoderamiento de diversos colectivos: jóvenes, mujeres o emprendedores, principalmente.
Existen a lo largo y ancho de nuestra América Latina distintas iniciativas enfocadas en potenciar oportunidades de desarrollo local, en esos lugares donde generalmente las oportunidades generalmente no llegan con tanta facilidad.
Un nuevo hospital para evitar que las mujeres de la principal área de influencia de Minera Alumbrera en Argentina deban trasladarse al momento de parir; Comunidades que mejoran su acceso a la salud a través del Móvil, impulsado por Telefónica en Perú; Usuarios del servicios de gas natural que pueden acceder a microcréditos para mejorar la calidad educativa de sus hijos, gracias a Surtigas en Colombia; son sólo 3 casos de oportunidades de negocio que se generaron a partir de datos, no abiertos pero datos al fin, que permitieron a estas empresas impulsar mejores reales en sus comunidades de impacto.
Ahora bien, estas iniciativas, que pueden haber surgido de datos relevados ex profeso para el desarrollo de esas estrategias, están generando hoy datos abiertos. ¿De qué manera? A partir de los Informes de Sostenibilidad de estas compañías.
La compañía minera de Glencore se basó en datos estadísticos del Ministerio de Salud para determinar que existía una “deficiencia relativa de acceso a los servicios de salud” en las localidades de su influencia. Surtigas, determinó que los estratos más bajos de su cartera de usuarios residenciales de Gas no tenía acceso al sistema formal de crédito, y encontró allí una oportunidad para impulsar Negocios Inclusivos.
La cuestión radica en que cuando nos acercamos a las empresas a invitarlas que se sumen a abrir sus datos del Reporte (que ya están abiertos, pero no liberados) para ser aún más transparentes, muchas parecen ahuyentarse. Por lo contrario, otras indican que por temas regulatorios aún tienen muchos más datos para compartir que los que muestran formalmente en el Reporte generalmente basado en el Marco GRI.
El desafío entonces, radica en que el sector privado sea capaz de encontrar estas oportunidades ya sea en la articulación público-privada, así como en los modelos de negocio como el caso de Surtigas con Brilla y Telefónica en las zonas rurales.
Lo que tenemos y lo que podemos mejorar
Nuestra oferta actual de Datos Abiertos en materia de Sostenibilidad está basada hoy en los 3450 Informes de Sostenibilidad que están publicados en la base de datos de GRI y que corresponden al histórico de las empresas reportantes en América Latina y Caribe.
Si tomáramos el último Marco de indicadores, G4, estamos hablando de un poco más del 10% del histórico: 390 Reportes de los últimos 2 años de los que podríamos obtener un panorama bastante completo de cuestiones como inversión por sectores, brecha de género, emisiones de CO2 por tipo de industria, consumo de agua y energía, accidentes laborales (y cuáles) o tipo de impactos por comunidad, por citar sólo algunos ejemplos.
Quizás el próximo Lunes 7 y Martes 8, en AbreLatam conseguimos un par de hackers que nos ayuden en el intento pero mientras tanto, sabemos que podemos utilizar el Repositorio de GRI para obtener los datos abiertos de las empresas que generan prácticas sostenibles en la región, que no es poco.
Claro que luego podemos entrar en la discusión de que los datos en un PDF no son abiertos, como bien escuché decir a Eugenio Martínez (aká @puzkas), de CEPEI, en el Cartagena Data Festival de Abril último. Pero entre nada y algo, nos quedamos con algo. Porque mientras, seguimos intentando convencer a las empresas que liberen los datos en formatos adecuados para que otros actores puedan hacer uso de ellos y generar nuevas oportunidades.
Hasta el momento, en América Latina y Caribe, sólo contamos con el apartado de Datos Abiertos de Surtigas, que empezó a explorar ya en su Informe 2013 con Mapas abiertos de su impacto en la Comunidad y distribución de Usuarios en el territorio de cobertura. Para su Informe 2014, los reforzó con más datos y creando la #SurtiData en el que libera en formato Excel varios de los datos relevantes que nutren sus 5 Pilares de Sostenibilidad, incluyendo datos de su cartera de clientes.
Por lo que el gran desafío a partir de ahora en este campo, estará en utilizar esos datos que ya están en el enfoque de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y la contribución que desde el sector privado se podrá hacer a cada uno de ellos. Allí también entrarían en escena las empresas firmantes del Pacto Global de Naciones Unidas, cuyos 10 Principios se ven reflejados en los ODS y son parte de la Arquitectura Post-2015.
Para mejorar esta “oferta de datos abiertos”, por un lado, hay que seguir incentivando la Reportabilidad en el ámbito corporativo (el famoso párrafo 47 de la Declaración de Río+20), al tiempo que establecer un marco común de presentación de estos datos, fomentando la utilización de tecnología que permita a los grupos de interés utilizar luego con facilidad esa información para generar nuevas oportunidades. Y por otro lado, estimular el nuevo campo de acción en Sostenibilidad que se abre para las empresas que elijan abrir sus datos para el uso mancomunado de diversos actores, potenciando colectivos de personas que pueden beneficiarse de esa información y de gobiernos que pueden ajustar sus políticas públicas para lograr una mejor incidencia.
Este es un post que ya fue publicado en http://rseonline.com.ar/2015/09/datos-abiertos-condatos-sostenibilidad/