El mundo del #civictech (tecnología cívica) ha sido tema de conversación reciente en blogs, conferencias y redes sociales. Por un lado la organización pionera en este campo My Society realizó una conferencia sobre el tema, presentando el estado de este vibrante campo a nivel internacional. La tecnología dominó buena parte de esta Conferencia, aunque por suerte también hubo debate en torno a qué tipo de impacto tienen las nuevas aplicaciones. Ahí es donde sólo con tecnología no basta. En un reciente post, Marcio Vasconcelos a cargo del programa Fondo Acelerador de Avina Américas planteó la necesidad de contar con estrategias online y offline para que las aplicaciones cívicas puedan tener un impacto sistémico. Solo construir una aplicación cívica, por más útil que pueda ser, no va a ayudar a cambios sistémicos si otros elementos de un ecosistema no son considerados. Uno puede tener un buen sistema de reportes ciudadanos, pero si el gobierno no va tomar ninguna acción sobre el tema o lo va a ignorar, tenemos un problema
En varias conversaciones de pasillo escuché reflexiones acerca de que rol jugaban los datos abiertos en este tema. En particular; ¿es datos abiertos lo mismo que #civictech? ¿Cómo se relacionan?. Y se me ocurrió que este diagrama puede ser muy ilustrativo:
Civictech (Tecnología cívica) es un concepto bastante amplio y no exento de confusiones. Mi definición (provisional) es que la tecnología cívica es aquella que facilita la vida de una comunidad determinada. «Facilitar» lo uso en el sentido que esta tecnología permite articular acciones a distintos miembros de la comunidad para: ejercer voz individual y colectivamente, contribuir a a resolver problemas de la comunidad colectivamente y compartir conocimiento para el desarrollo de la comunidad. En resumen la tecnología cívica asiste a la expresión, la colaboración y la «felicidad» de una comunidad determinada. En otras latitudes, particularmente en el norte, civictech hace referencia a procesos «cívicos» en el sentido más estrictos del término tales como la participación en procesos políticos, el control de las instituciones, etc. En mi visión lo cívico es bastante más amplio que la vida política de una comunidad. Solucionar un problema de tránsito puede ser un asunto cívico, el cuidado de los espacios comunes puede ser un asunto cívico y participar activamente de los bienes culturales puede ser asunto cívico. Consecuentemente pueden existir una pluralidad de actores que impulsen estas tecnologías, que por lo general tienen detrás una serie de valores (explícitos o implícitos) representados en su diseño y ejecución. Definir esos valores, forma parte del trabajo de quienes buscan avanzar el campo de la tecnología cívica.
El mundo de datos abiertos se enfoca en la publicación de datos en determinados formatos conforme a una definición técnica. A pesar de que varios actores son claves en provisión de datos, el Estado es uno de los más trascendentes. Los Estados poseen grandes cantidades de datos que si son liberados de forma adecuada y en tiempos adecuados, pueden ser de utilidad para varios actores, en particular a quienes trabajan en el sector de tecnología cívica. De esta forma los datos abiertos (particularmente del sector público) pueden ser considerados un insumo para la comunidad que crea este tipo de tecnología. Tecnología cívica basada en datos abiertos de gobierno puede transformar estos datos en información para la acción (actionable information) sea esta individual o colectiva. En América Latina existen incipientes ejemplos de este trabajo. Para algunos tomadores de decisión el hecho que la información se torne tangible y demuestre su uso, es uno de los incentivos más fuertes para generar políticas de datos abiertos.
Las comunidades que trabajan en datos abiertos no siempre están preocupadas por generar datos para la acción. Por buenos motivos, parte de esta comunidad tiene foco en estándares, en procesos de producción de información y en integración de la misma. Con los datos no solo se producen resultados inmediatos, sino que hay todo un espectro de trabajo dedicado al análisis de datos con fines no necesariamente cívicos. El punto de encuentro de ambos campos es el proceso de mediación que existe entre la liberación de información y el rol de los nuevos actores que promueven la tecnología cívica, algo que también ha sido explorado previamente la Red de investigación sobre Datos Abiertos. Caracterizar la relación entre ambos campos tomará aún un poco de tiempo ya que es un proceso dinámico. Lo cierto es que es una relación que bien llevada puede llevar el paradigma de lo abierto a nuevas fronteras. Como el amor en el buen sentido, tiene la virtud de potenciar lo mejor de las parejas. En la próxima Conferencia Internacional de Datos Abiertos de Canadá uno de los paneles promete una discusión interesante sobre este punto. ¿Y ustedes que piensan de esto?