Este post fue escrito por Mike Mora (Organización de Estados Americanos)  y Fabrizio Scrollini

En el 2012 asistíamos en América Latina al nacimiento de la agenda de datos abiertos. Desde ese momento hasta aquí hemos visto el creciente desarrollo de portales de datos a nivel nacional, regional y local, así como usos prometedores de estos datos por parte del sector privado y la sociedad civil. Nuestra región ha sido entusiasta en el avance de esta agenda de trabajo (cómo demuestran los foros de abrelatam- condatos) así cómo los apoyos que ha recibido la  Carta Internacional de los Datos Abiertos a través de la Red Gealc y varios de sus países miembros. Sin embargo, no hemos encontrado con tanta asiduidad, Estados dispuestos a estructurar políticas que garanticen el acceso, condiciones de re-uso  y estabilidad a quienes se encuentran utilizando lo datos.  A la fecha sólo 7 países de la región tienen políticas consolidadas de datos abiertos (Argentina, Brasil, Uruguay, Perú, Costa Rica, Colombia, México) El mapa que sigue muestra el estado regional, con las políticas asociadas.

Tras 5 años de maduración, entendemos – y en consecuencia hemos trabajado- para que los Estados nacionales adopten políticas de datos abiertos. Sabemos que este camino no es en muchas veces un tema exclusivamente de voluntad política, sino que muchas veces también de trabajo técnico. En la experiencia de la OEA- en nuestra alianza con ILDA-  hemos promovido una discusión seria en varios países de la región y entre ellos. Nuestra experiencia nos ha llevado a contribuir a los procesos de generación de policías nacionales de datos abiertos en Perú, Costa Rica, El Salvador, Guatemala y próximamente en la República Dominicana. En este sentido, también hemos acompañado a la Alianza para el Gobierno Abierto, en varios espacios bregando por el fomento de este tipo de diálogo, y es el motivo por el cual apoyamos decididamente la Carta Internacional de Datos Abiertos.

En todos estos países, la OEA a través de su Departamento para la Gestión Pública Efectiva ha desplegado una metodología de participación que busca dos cosas: generar un debate abierto, participativo y franco entre actores de la sociedad civil y el gobierno, y contribuir con recomendaciones para consolidar sus políticas de datos. Este proceso, de alta demanda y generalmente construido en consultas con gobierno y sociedad, permite poner sobre la mesa temas políticos  y técnicos a la hora de impulsar el campo de datos abiertos en la región. El caso de Costa Rica es – en este sentido- ejemplar pues además de poder realizar este proceso deliberativo, gracias al apoyo de OEA y el Trust for the Americas, logramos contribuir técnicamente a que la sociedad y gobierno costarricense estableciera su política. Sin embargo no siempre existen los apoyos necesarios para traducir lo discutido en políticas estables que establezcan reglas de juego claras. Esto es visible, pues a pesar de la gran actividad que América Latina mantiene en el área de la apertura de datos, solo el grupo de países en la tabla tiene algún tipo de política formalizada

Las políticas de datos no son meramente decretos o leyes. En este post (en inglés), los colegas de la Open Data Charter con el apoyo de la Web Foundation y el Open Data Institute sugieren una serie de puntos para chequear a la hora de adoptar una política de datos. Este aporte es interesante porque nos invita a pensar cómo una región pionera en este tema, puede reflexionar sobre su experiencia, para continuar profundizando la agenda de datos abiertos. Por un lado, creemos que es parte natural de nuestro trabajo seguir promoviendo el diálogo acerca de la formación de estas políticas. Por otro lado, creemos que ha llegado el momento de mirar estos procesos desde un punto de vista institucional, pensando en cómo se consolidarán, qué instituciones deben liderarlas en cada contexto  y qué tipo de apoyos y aprendizajes requiere nuestra región para avanzar. Esperamos que el próximo encuentro regional de las Américas de la Alianza para el Gobierno Abierto en Argentina, sea un espacio propicio para esto.