Esta semana realizamos el conversatorio titulado «Voces Locales, las Comunidades como Generadoras de Datos», donde se discutió la crucial participación de las comunidades en la generación y uso de datos. Este evento reunió a Gilberto Vieira, Mariane Castro y Diego Lima, quienes compartieron valiosas experiencias y casos de éxito que demuestran cómo los datos generados por las comunidades pueden influir en políticas públicas y visibilizar realidades a menudo ignoradas.
Durante el webinar, se enfatizó que la participación activa de las comunidades es esencial para la generación de datos que reflejen sus realidades y necesidades. Los datos generados localmente tienen el poder de sacar a la luz problemáticas históricamente desatendidas, permitiendo que se escuchen las voces de quienes más lo necesitan. En este sentido, la gobernanza de datos debe ser inclusiva, asegurando que las comunidades tengan voz en la toma de decisiones que les afectan directamente.
Los panelistas presentaron ejemplos concretos de proyectos comunitarios, como Cocôzap y el Observatorio de Marajó, que han demostrado que los datos pueden ser herramientas poderosas para visibilizar realidades, influir en políticas públicas y promover la justicia social. Estos proyectos no solo generan información valiosa, sino que también empoderan a las comunidades, permitiéndoles utilizar los datos como herramientas de activismo y cambio.
La formación en ciencia de datos se destacó como un aspecto crucial para empoderar a las comunidades. Al proporcionar capacitación adecuada, se les permite no solo recolectar datos, sino también analizarlos y utilizarlos para abogar por sus derechos y necesidades. Además, la colaboración entre organizaciones,el estado y la sociedad civil se presenta como fundamental para el éxito de estos proyectos, mejorando así las políticas públicas y asegurando que se tomen en cuenta las realidades locales.
Otro punto importante discutido fue la necesidad de que los datos sean accesibles y comprensibles para todos. Esto garantiza que las comunidades puedan utilizarlos efectivamente y que se fomente una cultura de transparencia y rendición de cuentas. La participación en la generación de datos también fortalece la resiliencia de las comunidades, ayudándolas a enfrentar desafíos y a movilizarse en torno a sus necesidades.
El respeto por el conocimiento ancestral y las metodologías locales es esencial en el trabajo comunitario. Integrar estos enfoques en la recolección de datos no solo enriquece el proceso, sino que también asegura que se valore la sabiduría y experiencia de las comunidades. Asimismo, la protección de los datos recolectados es crucial para garantizar la seguridad de las comunidades y fomentar su confianza en el proceso.
Finalmente, se subrayó la importancia de una comunicación clara y efectiva para posicionar los datos en la agenda mediática. Cuestionar y analizar críticamente los datos proporcionados por el estado es un ejercicio necesario que promueve la transparencia y la rendición de cuentas.
Mirando Hacia el Futuro
Durante este espacio no solo se destacó la importancia de la recolección de datos en las comunidades, sino que también se abrió un espacio para reflexionar sobre el futuro y la sostenibilidad de estos proyectos. La participación ciudadana se presenta como un elemento clave para llenar vacíos de información y asegurar que las voces de las comunidades sean escuchadas en la toma de decisiones.
A medida que avanzamos, es fundamental seguir promoviendo la colaboración entre todos los actores involucrados y garantizar que las comunidades sean agentes activos en la generación de datos. Solo así podremos construir un futuro más justo y equitativo, donde las realidades locales sean visibilizadas y atendidas.