La falta de registro de la violencia contra las personas LGBT en las instituciones de seguridad y justicia es una de las formas en las que esta violencia se ve como “permitida” o se invisibiliza.
Según el Sistema de Información sobre violencias de la población LGBTI en América Latina y el Caribe, una coalición entre organizaciones de sociedad civil de 10 países que monitorean los homicidios en contra de esta población, en los últimos 6 años 1,600 personas LGBTI han sido asesinadas en Latinoamérica.
La falta de protocolos específicos para registrar la violencia contra personas LGBTI en Centroamérica tiene como efecto un subregistro sobre la violencia y, por consecuencia, que dicha población no sea considerada para el diseño de políticas públicas. En la actualidad, dichos registros no documentan la legítima necesidad de buscar soluciones con los insumos posibles (la gestión de información uno de ellos) a la problemática de la violencia por prejuicio, según lo denunciado por organismos internacionales de derechos humanos y organizaciones de sociedad civil.
La gestión de información ha sido una de las estrategias para la reducción de la violencia homicida en Guatemala, pero dicho enfoque de pensamiento sobre decisiones informadas y análisis relacionado con los registros no se está aplicando a la identificación y potencial persecución de la violencia contra personas LGBTI, con señales de crímenes por prejuicio. La manera en que las instituciones de seguridad y justicia del país capturan, almacenan y analizan los datos relacionados a la violencia en contra de las personas LGBTI incide en los subregistros de violencia, cuyos indicadores tienen como consecuencia que dicho problema no sea percibido como un problema público que merece ser atendido.
La no recolección de datos sobre orientación sexual e identidad de género es un factor determinante para que las políticas estatales tengan otras bases que no son la evidencia científica: prejuicios, estigma, creencias religiosas, visión tradicional, etc.
En esta investigación se buscó evidenciar la manera en que estos registros suceden y analizar las prácticas para que sean adecuadas tanto en términos semánticos como para su uso en la prevención de la violencia.