Y llegó un nuevo 8 de marzo. Otro año en el que conmemoramos el día Internacional de la Mujer. Este es un día que nos ayuda a reflexionar sobre todo lo que nos falta para que la legislación (y las normas sociales y las circunstancias económicas) nos pongan a las mujeres (cis o trans) en pie de igualdad con el resto de nuestros congéneres masculinos.
En el caso de ILDA, este 8 de marzo nos trae sentimientos encontrados. Por un lado, la violencia de género (su expresión más terrible en los feminicidios), las disparidades en contrataciones en términos del acceso de las mujeres o la participación de mujeres y grupos de mujeres en procesos de gobierno abierto, por poner algunos ejemplos de nuestro trabajo, todavía presentan un escenario escalofriante. Por otra parte, en algunos temas ahora podemos estar más cerca de entender la situación y, por ende, tomar medidas al respecto. Contar con datos en términos de violencia, de participación ciudadana, en contrataciones públicas, son algunos de los pequeños logros que nos impulsan a seguir profundizando nuestra línea de trabajo alrededor de las problemáticas género e inclusión.
En ese sentido, queremos aprovechar este día para contarles que seguiremos trabajando tanto en la estandarización de datos de femicidios (algunos aprendizajes disponibles aquí). Hemos desarrollado una guía para protocolizar los procesos, así como una versión (en progreso) de los datos a recabar y listas de códigos. Todavía tenemos mucho por trabajar en este tema pero nos llena de orgullo dedicarle nuestras energías a temas que afectan a toda la región de una manera alarmante.
En todos los casos, el conocer la situación permite, luego, poder tomar medidas al respecto que permitan mitigar las evidentes desigualdades. Asimismo, el contar con datos colabora con la visibilización de los problemas. En ese sentido, el trabajo de las organizaciones de sociedad civil y de los medios es clave. Por ejemplo, hace unos pocos días, durante la jornada de los Datos Abiertos, grupos de activistas de sociedad civil han trabajado para poder visibilizar la situación de los femicidios en México, así como otros grupos han trabajado en los costos de la menstruación, en el diseño urbano con perspectiva de género, en las asignaciones presupuestaria para la ley de Educación Sexual Integral, solo para nombrar algunos ejemplos del trabajo en la región.
Desde ILDA, nos enorgullece trabajar para la búsqueda de una América Latina más justa y equitativa. Y por ello, hace ya casi dos años (pueden encontrar algunos productos aquí) que estamos trabajando en el área de datos, género y seguridad. A comienzos de 2017, debido a la relevancia del problema de los feminicidios para la región, ILDA comenzó un estudio exploratorio a los efectos de entender de qué forma la producción de datos y su uso pueden contribuir a entender y, eventualmente, combatir los feminicidios en Latinoamérica. Con este objetivo diseñamos una metodología de investigación-acción a los efectos de dimensionar el problema, entender de qué forma el trabajo con datos -en particular datos abiertos- podría aportar a la solución del mismo, así como establecer recomendaciones a los países involucrados. Luego de numerosas actividades que incluyeron el piloto de estandarización de datos de femicidios en Argentina, con la colaboración del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, ahora nos embarcamos, con el apoyo del BID, a utilizar esos aprendizajes en otros 3 países de la región: Honduras, Jamaica y Panamá. Este proyecto tiene como objetivo contribuir a diseñar mejores políticas públicas para atender el fenómeno del femicidio a partir de la evidencia de datos de calidad y su uso. Este trabajo nos tomará 2 años y estamos comenzando a convocar profesionales para que se sumen a este proyecto. Aquí los detalles de la búsqueda.
Por último, estuvimos pensando que el estándar debería tener un nombre. Pensamos en siglas como «EDF» como así también nombre que remitan a una historia significativa como «Chiara». Su muerte fue el inicio del movimiento «Ni una menos» que luego se extendió de Argentina a otros países de América Latina. Como este estándar fue un trabajo colaborativo, nos gustaría conocer su opinión (nos pueden contactar escribiéndonos a genero@idatosabiertos.org)
Es un desafío enorme, muchas veces doloroso y otras tantas gratificante. ¡Pero estamos convencidos de que vale la pena!