El pasado 22 de enero en un taller convocado por la Iniciativa para la Transparencia y la Rendición de Cuentas activistas, expertos en diversas áreas temáticas, y tecnólogos se reunieron con un solo objetivo: Seguir el dinero. Suena como a un grupo de administradores con un trastorno obsesivo compulsivo, Sin embargo si continuan leyendo tal vez seguir el dinero no suene tan descabellado. La comunidad de «que sigue el dinero» (follow the money en ingles) tiene buenas razones para hacerlo. Los presupuestos públicos no son otra cosa que dinero invertido en nombre todos los ciudadanos y ciudadanas de un país. El dinero bien ejecutado puede ayudar a salvar vidas, mejorar la educación de las personas y entregar mejores servicios. Pero recursos sin controles adecuados, pueden derivar en ineficiencia y en el peor de los casos, corrupción.
Existen varias iniciativas a nivel global cuyo objetivo es seguir el dinero en varías áreas: presupuestos, industrias extractivas, compras públicas gasto público , ayuda internacional, por nombrar algunas. Estas iniciativas tienen algo en común: buscan entender como los recursos fluyen e influencian a distintos actores en cada uno de estos sistemas. Ejemplos de las preguntas que busca responder esta comunidad son: ¿ Permiten los presupuestos de los países más transparentes una mejor inversión?