Por Carla Bonina @carlabonina
Los datos abiertos—datos disponibles para uso, re-uso o distribución sin restricciones—están en auge en países desarrollados, tales como el Reino Unido y los Estados Unidos, pero también en Latinoamérica. México y Chile están entre los 25 primeros países en el Open Data Barometer, una clasificación mundial gestionada por la World Wide Web Foundation y el Open Data Institute del Reino Unido que califica los países en base al nivel de publicación de datos gubernamentales claves, beneficios y pruebas de impacto de dichos datos. Brasil, Argentina y Uruguay siguen de cerca, en las posiciones 28, 31 y 34, respectivamente.
Existe, por cierto, una plétora de nuevas posibilidades para generar valor, tanto en el ámbito social como en el económico. Del lado económico, a medida que las empresas, los gobiernos y los usuarios utilizan o reutilizan los datos abiertos, surgen nuevos productos, procesos y oportunidades de creación de valor. En 2011, un estudio encargado por la Comisión Europea estimó que el valor económico de divulgar y reutilizar información del sector público en la UE es de alrededor de 40 mil millones de Euros por año. En este blog, revisaré las principales oportunidades que en mi opinión ofrecen los datos abiertos en la región y presentare un breve resumen de la investigación que estaré llevando como parte de ILDA.
El valor de los datos abiertos en la economía
Los datos abiertos pueden contribuir a generar ganancia económica en distintos ámbitos. En el caso de los gobiernos, por ejemplo, los datos abiertos pueden ayudar a mejorar la prestación de servicios públicos, facilitar la reducción de costos de operación vía la eliminación de duplicaciones y contribuir a una mejor toma de decisiones de política pública. En el caso de las empresas, ofrecen oportunidades para mejorar decisiones estratégicas, aumento de la productividad e innovación en la cadena de valor.
Los datos abiertos, por otra parte, contribuyen a la expansión de una nueva industria de información. Han surgido nuevas empresas que capturan valor mediante la recolección, el análisis y la combinación de datos abiertos de distintas fuentes, o a través de la oferta de un servicio directo basado en este tipo de datos. En América Latina, por ejemplo, crece la economía de “apps” móviles basadas en datos abiertos e impulsada por concursos o hackathons. Por ejemplo, la ciudad de Buenos Aires entregó el primer premio del concurso de aplicaciones de 2013 a Estación App, una aplicación para celulares gratuita que ayuda a los conductores a encontrar estacionamiento en las atestadas calles de la ciudad. En general, estas aplicaciones generan valor para los usuarios finales porque facilitan su traslado o su elección de artículos para comprar o de viajes. En Chile, el gobierno lanzó una aplicación móvil llamada iBencinas que ayuda a los automovilistas a comparar precios de la gasolina y a localizar estaciones de servicio mientras viajan. AhorreMas, una aplicación creada en Costa Rica, utiliza datos del Ministerio de Economía para ayudar a los consumidores a encontrar los mejores precios de distintos productos. Entre los ganadores del concurso de apps 2013 que organiza Desarrollando America Latina, existen otros notables ejemplos en esta línea.
Otras empresas encontraron nichos en la prestación de servicios para publicar datos abiertos. Un ejemplo es Junar, una empresa latinoamericana con oficinas en el Silicon Valley. Junar halló su nicho en el mercado al brindar una plataforma innovadora en la nube para organizaciones que quieren publicar sus datos en formato abierto. Así, en lugar de ver los datos abiertos como un fin en sí mismos, la empresa crea y captura valor mediante la prestación de un servicio para recoger, extraer, publicar y analizar los datos en una interfaz simple.
Hacer negocio y crear ventajas competitivas a partir de recursos abiertos no es sencillo, y convertir los datos abiertos en un negocio rentable representa un desafío crucial. Una opción habitual es el modelo freemium: las empresas brindan un servicio básico gratis, y luego cobran por un servicio de valor agregado o un producto de los datos cuando los usos se intensifican. Otros prefieren un modelo de ingresos basado en la publicidad y los subsidios cruzados. Este es el caso generalmente de las aplicaciones gratuitas, que dependen de una inversión inicial y de la publicidad para monetizar sus productos basados en datos abiertos.
Más allá del valor económico: rendición de cuentas, transparencia, democracia y trabajo voluntario
Muchos proyectos de datos abiertos tienen un objetivo cívico o social incluso cuando buscan obtener una rentabilidad económica. La búsqueda de transparencia ha sido el principal motor de muchas iniciativas vinculadas con datos abiertos en todo el mundo. La publicación, uso y re-uso de datos abiertos fue uno de los temas más destacados de la Cumbre Anual de la Alianza para el Gobierno Abierto que se realizó en Londres en 2013, en la que los gobiernos acordaron esforzarse por hacer públicos los datos gubernamentales de manera drástica con el fin de favorecer la rendición de cuentas, la mejora de los servicios públicos y el crecimiento económico. A través de la transparencia y de una información contextual adecuada, los datos gubernamentales abiertos promueven la rendición de cuentas, los valores democráticos y las libertades civiles. En este contexto, muchos gobiernos locales y nacionales se han esforzado por hacer públicos sus datos en formato abierto.
Los periodistas también contribuyeron a divulgar los datos gubernamentales con la intención de impulsar la rendición de cuentas. En la región, un caso notable es el sitio de datos de La Nación—LNData—un diario argentino que desarrolla una tarea innovadora en el tema de datos abiertos con reconocimiento internacional. En 2013, ganó el Data Journalism Award por haber logrado que se hicieran públicos datos no estructurados, cerrados y opacos de los gastos del Senado argentino, cuya publicación llevó a la iniciación de investigaciones judiciales. Otro esfuerzo destacable es el de Poderopedia, una plataforma colaborativa de periodismo de datos en Chile que brinda información acerca de las conexiones entre empresarios y política en el país. Además, están surgiendo otras plataformas colaborativas similares, y veremos aparecer aún más en los próximos años.
Algunas iniciativas de datos abiertos son verdaderos proyectos de producción colaborativa entre iguales basada en el dominio público, en los cuales los participantes colaboran, contribuyen su tiempo e intercambian conocimientos y experiencia para lograr un bien social o de interés público. Una iniciativa pionera en el ámbito de la localización geográfica fue la del Open Street Map, un proyecto colaborativo para crear un mapa mundial editable gratuito. Similar a Wikipedia, Open Street Map es elaborado por una comunidad de colaboradores con conocimientos locales que actualizan y mantienen datos sobre rutas, estaciones de tren, cafés y mucho más en todo el mundo, todo en formato abierto. Este proyecto tiene un valor utilitario inherente: cualquiera con un GPS puede descargarlo y usarlo gratis, y ha demostrado ser particularmente útil en áreas remotas. Sin embargo, esta tarea común tiene un valor mayor. Como en otros casos de datos abiertos, Open Street Map se puede usar como plataforma para crear otros servicios basados en datos de mapeo, tales como transporte, turismo, deportes y ayuda humanitaria.
Sin dudas, las posibilidades ofrecidas por los datos abiertos en el ámbito económico son prometedoras, pero hay otros clusters de valor a los que se debería otorgar igual importancia: rendición de cuentas, democracia, participación civil y trabajo voluntario de interés social.
Compartiendo lecciones: datos abiertos, ciudades y los desafíos por venir
En este marco, estaré trabajando en los próximos meses como parte del grupo de investigación de ILDA. Mi estudio propone analizar procesos de co-creación y colaboración en ciudades de la región que están avanzando en la publicación, gestión y uso de datos abiertos, con la finalidad de mejorar la vida en la ciudad. En particular, este proyecto tiene como objetivo explorar y entender:
- cuáles son las prácticas creación de valor con datos abiertos;
- quiénes son los actores y cuáles son sus roles;
- qué usos de caso existen; y,
- cuáles son las áreas de creación de valor más relevantes y que pueden ser explotadas con un mayor potencial a futuro.
Este estudio es de carácter exploratorio y además de evaluar oportunidades de creación de valor, intentará analizar cuáles son las áreas críticas de riesgo—tales como el equilibrio entre transparencia y privacidad, la sustentabilidad de los modelos o la replicabilidad de los procesos de co-creación.
El enfoque será primariamente cualitativo, y comparativo en su alcance. Será desarrollado utilizando casos de estudio intensivos en tres ciudades de la región: Buenos Aires, Ciudad de México y Montevideo, quienes ya han comenzado varias experiencias interesantes en datos abiertos, y que a su vez, representan estrategias diversas tanto en su difusión, como uso y publicación. Y en todos los casos, cuentan con un equipo colaborativo, y genuinamente abierto a trabajar en colaboración con nuestra red de investigadores.
En suma: esperamos ver muchas novedades en el panorama de los datos abiertos en un futuro cercano. Estoy convencida de que estos datos definirán áreas clave de la economía y la sociedad en la próxima década. Dada la novedad del tema, muchos de los desafíos y oportunidades asociados con él no han sido explorados aún, y necesitamos más pruebas acumulativas. En la región, aún existen varias iniciativas, muy diversas y con resultados inciertos, que no necesariamente comparten lecciones entre si. Contribuir a un diálogo crítico e informado entre diversas iniciativas de datos abiertos en ciudades de la región mediante el análisis de casos concretos es la motivación principal para desarrollar este estudio piloto. Comentarios, son bienvenidos!
Nota: este blog re-utiliza parte de una nota mas extensa titulada “El valor de los datos abiertos” escrita por Carla Bonina para el Reporte #4 de LACTLD en Mayo 2014 (licencia de Atribución Creative Commons).