La violencia de género es un creciente problema en América Latina. Según datos recogidos inicialmente por la CEPAL, en 2014, al menos 12 mujeres mueren diariamente en la región. Como menciona el mismo informe de la Cepal necesitamos mejores herramientas para la recolección de datos. Si bien es de suma importancia contar con esos datos, su recolección y publicación no es una tarea sencilla.

No solo la recolección y publicación de datos son tareas pendientes en la región. Aún no terminamos de ponernos de acuerdo sobre la terminología usada para designar homicidios de personas por su género. Los diferentes términos llevan numerosas implicancias ideológicas, jurídicas y políticas. Estas deben ser estudiadas y estandarizadas para poder contar con datos interoperables entre diferentes jurisdicciones.

Más allá de la falta de datos completos, oportunos y abiertos, la opinión pública a nivel regional es clara: necesitamos nuevas soluciones que los Estados aún no pueden brinda.

 

GÉNERO, DATOS Y SEGURIDAD

En este contexto, en el programa de género, datos y seguridad, que lidera ILDA, buscamos explorar de qué forma la interacción entre las herramientas de tecnología cívica y el uso de los datos abiertos  puede aportar a prevenir, entender y, eventualmente, actuar sobre los fenómenos de violencia contra la mujer.

El programa explora dos ejes principales de trabajo:

-la producción y estandarización de datos sobre feminicidios/femicidios/homicidios de mujeres en la región; y

-el uso de herramientas de tecnología cívica que, potencialmente, puedan ayudar a prevenir fenómenos de violencia de género.

 

¿Por qué estandarizar?

La calidad de los datos en materia de feminicidios/femicidios/homicidios de mujeres en la región es baja. Sabemos muy poco de cuándo, en qué circunstancias y donde se dan estos homicidios.

Esto se da en una región que tiene una de las tasas de homicidios más altas del mundo y los datos ya son en general muy pobres.

La generación de datos de forma uniforme y estandarizada puede ser de vital ayuda. Puede dar pie para que los gobiernos entiendan de mejor manera los feminicidios y desarrollen políticas públicas informadas . Así también la ciudadanía puede utilizar estos datos y construir sobre ellos, mejorando la calidad de los mismos.

En este contexto, buscamos colaborar para que los países reporten estos datos y lo hagan con mejor calidad.

 

¿Por Qué con “Tecnología Cívica”?

El uso de tecnología para combatir el fenómeno de la violencia es relativamente nuevo. Existen al menos 60 aplicaciones en el celular a nivel global para combatir la violencia contra la mujer. Pero las mismas tienen en general pocos usuarios y no sabemos qué tan efectivas son.

En primer lugar en nuestro trabajo queremos explorar las necesidades y problemas con respecto a este tema. Luego saber si algún tipo de solución tecnológica puede ayudar a combatir algunos aspectos de la violencia de género. Asimismo, debemos tener en cuenta bajo qué condiciones y en qué contextos herramientas tecnológicas pueden colaborar con aliviar la situación de la región en este tema.

Y queremos escuchar de ustedes, que opiniones, comentarios y cuestionamientos tienen sobre este tema. ¿Cual creen que sean los desafíos y los posibles obstáculos?