Por Sandra Elena

Programa Justicia Abierta- Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Argentina

 

TicTec fue un encuentro, una convergencia. Académicos, policy makers, organizaciones civiles, periodistas, especialistas en tecnología, así como perfiles que resultan de la combinación de los anteriores, se confundían entre oradores, público y organizadores. Los participantes de la conferencia estuvimos en los distintos zapatos y es que esto, justamente, es el trabajo de la tecnología cívica: una labor colaborativa e interdisciplinaria, donde distintos perfiles reúnen sus experiencias con vocación de generar soluciones innovadoras para viejos –y nuevos- problemas.

La tecnología cívica está en un punto donde podemos aprender de las recientes experiencias, éxitos y fracasos. La exposición de Tiago Peixoto, especialista senior del Banco Mundial, va directo al grano sobre esto: “La tecnología cívica ya no es un fenómeno nuevo y ahora podemos mirar a su historia y eficacia”, afirma, y se pregunta: “¿Qué funcionó y qué no?”. El hecho de que esta conferencia haya sido el evento principal de la apertura de TicTec, marcó de entrada la impronta del evento: es necesario que, juntos, interdisciplinariamente, sepamos dónde estamos, y de dónde venimos, qué funcionó y qué no. Desde distintas perspectivas, estas preguntas fueron el hilo conductor de las exposiciones.

Estas inquietudes, también alcanzaron al Gobierno Abierto. Ésta es un área que depende de la tecnología cívica y la cooperación de forma crítica para su existencia. Con miras a analizar la actualidad de este fenómeno, junto a Silvana Fumega (Iniciativa Latinoamericana por los Datos Abiertos (ILDA) de Argentina y Christopher Wilson (Universidad de Oslo, Noruega) integramos el panel “Gobierno Abierto: una conversación de ida y vuelta”. Allí tratamos de dar cuenta del estado de un camino en el que transitamos y que está cada vez más difundido y organizado. Actualmente, las iniciativas de Gobierno Abierto se extienden tanto a nivel internacional, nacional como subnacional. Mediante nuestras experiencias, recogimos el guante que Tiago Peixoto, atinadamente, planteó al comienzo de la Conferencia: nos paramos en el camino, miramos hacia atrás y tratamos de sacar conclusiones sobre las lecciones aprendidas con miras al futuro.

Silvana Fumega analizó el efecto de las plataformas de acceso a la información para fortalecer cambios positivos. Christopher Wilson se centró en el análisis de cómo la Alianza para el Gobierno Abierto promueve el compromiso civil, a través del análisis de 61 compromisos presentados por distintos gobiernos a esa organización entre los años 2011 y 2015. En mi presentación, compartí la experiencia del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Argentina que, mediante los programas Justicia 2020 y Justicia Abierta busca generar puentes de participación ciudadana, para un trabajo colaborativo en materia de políticas públicas. El Ministerio se embarcó en 2016 en la tarea de apertura de datos no sólo de sus oficinas, si no de decenas de instituciones de justicia de todo el país. Entre las tres ponencias, tratamos de dar respuesta a las preguntas antes mencionadas, desde el análisis de experiencias de acceso a la información, compromiso ciudadano y plataformas participativas impulsadas por el gobierno.

TicTec fue un espacio propicio para dar respuesta a preguntas e inquietudes compartidas por actores de perfiles diversos de variadas latitudes. Fue un espacio de intercambio que, afortunadamente, no buscó conformarse con dar respuestas. Su principal valor consistió en generar nuevas preguntas: de eso se trata el aprendizaje de ida y vuelta. Quienes participamos, volvemos a nuestros lugares de origen con inquietudes, precisiones y asuntos concretos sobre los que trabajar.

Con entusiasmo esperamos la nueva edición. Quizás, como aporte constructivo sugerimos profundizar el diálogo entre la academia y los gobiernos que implementan políticas públicas de participación y utilizan tecnología cívica. Actualmente, pude notarse una cierta desvinculación entre estos dos sectores. Sería deseable que un espacio como TicTec pueda favorecer una comunicación más fluida entre ambos. Una investigación que sirva para nutrir de nuevas prácticas y metodologías las políticas públicas, a la vez que brinde una evaluación científica sobre las políticas implementadas. El sector público debería a su vez impulsar gobiernos abiertos a trabajar con la academia. Una investigación y una acción que coordinadamente tengan por finalidad última el logro de sociedades más justas e inclusivas.