Luego de las pasadas Abrelatam y Condatos aún tratamos de sintetizar muchas de las conversaciones que allí se dieron, y que vamos a compartir de forma sistemática en breve. Una de las reflexiones que emergió de el trabajo y la construcción de la Agenda Colaborativa fue la siguiente afirmación:…  «datos abiertos,  pero  ¿para qué?.  En la medida que más y diversos grupos se unen a las conversaciones sobre lo «abierto» la cuestión de los datos, y en particular de las políticas de datos abiertos se vuelven más relevantes. ¿Cómo se conectan estas discusiones con el marco de gobierno abierto? Las discusiones sobre datos abiertos no equivalen a gobierno abierto pero ambos mundos están profundamente vinculados.

Por un lado muchos tomadores de decisión en el gobierno aún no comprenden exactamente para que van a abrir los datos.  En general  si bien algunos pueden ser persuadidos por alguna visualización de datos interesante o divertida, el punto final es que no se muestran del todo convencidos de la utilidad. Entre líneas se puede leer » esto es solo una moda más, seguro que va a pasar»  o  «esto es puro maquillaje» El proceso se ve reforzado cuando activistas demandan la apertura de datos, y luego los mismos no son usados por nadie (por diversos motivos). Consecuentemente algunos tomadores de decisión no ven la utilidad de liberar datos » y el mantra ( a veces ingenuamente repetido por varios actores dentro del ecosistema de datos abiertos) «liberen los datos, que nosotros nos encargamos» no es convincente. Por si fuera poco, no todos quienes toman decisiones comprenden los desafíos tecnológicos que tienen enfrente.  Por ende su actitud es en muchos casos conservadora, y en otros de franca resistencia.

Por otro lado mucha actores dentro del Estado y fuera de él precisan datos para realizar sus actividades. Algunos de ellos desarrollan complejos procesos técnicos para obtener datos que o bien deberían ser públicos. Si su  formato fuera más amigable ( estándarizado y abierto) el proceso sería mucho más sencillo. Estos actores, que van desde la comunidad técnica, hackers cívicos, intermediarios, sector privado  y las propias unidades de gobierno si tienen un para qué generalmente establecido. Estos actores crean productos que en general tienen un potencial de transformar distintos sectores, y la naturaleza de su accionar es disruptiva.  La «disrupción» es algo que los actores tradicionales en cualquier campo tienden a resistir. Irónicamente, la disrupción es algo que lleva en muchos casos a la innovación agregando valor a diversos procesos públicos, que van desde la entrega de servicios públicos, más transparencia en la gestión o potencialmente la creación de valor comercial. Aunque la disrupción en muchas casos puede ser «molesta»,  puede ayudar a cambiar las cosas para bien. La ausencia de datos en formatos adecuados generalmente termina siendo una gran barrera. Algunos actores trabajan en temas que son resistidos por los gobiernos como son la transparencia y rendición de cuentas donde los datos no abundan.

Abrelatam y Condatos han abierto  camino para el encuentro de estos mundos. Varios gobiernos de la región han avanzado con  políticas de datos abiertos que tratan de establecer algunas reglas básicas para regular este fenómeno. En San José en nuestro panel sobre datos abiertos buscamos conversar con referentes en la región acerca de como la presencia ( o ausencia) de estas políticas impacta en el desarrollo de su trabajo. Queremos discutir ejemplos prácticos de cómo la liberación de datos basados en políticas de datos abiertos puede ser de interés para los propios gobiernos y la sociedad civil. Y por supuesto queremos conocer los casos no tan exitosos y las dificultades que se enfrentamos. También necesitamos obviamente hablar de los límites de estas políticas tales como la privacidad de las personas . Con mayor o menor intensidad hoy la presencia de la agenda de datos abiertos en América Latina es ya un hecho. Mostrar el estado del arte de lo posible, las promesas y los límites que los datos abiertos presentan en América  Latina, y cómo se conectan con el marco general de gobierno abierto es lo que  pretendemos de nuestras discusiones en Costa Rica.  Nos vemos por aquí o en  San José para continuar la charla.